Casi se me olvida hablar de este libro. ya hace un tiempo que lo terminé y no lo tengo delante, así que será un texto tirando de "memoria" con todos los peligros que ello conlleva.
Me gustan los libros de bolsillo porque como su nombre indica, se pueden transportar fácilmente ( aunque no en un bolsillo en la mayor parte de los casos), son baratos y no ocupan tanto en una casa tan abarrotada de libros y tebeos como la mía. Alguno argumentará que duran menos que las supuestas ediciones de tapa dura pero permitidme que albergue serias dudas al respecto: hoy en día las ediciones de bolsillo y "de lujo" de las grandes editoriales se hacen con la misma mierda de papel y no creo que ninguno de ellos me sobreviva. Es más, ¿para que cohones quiero que me sobrevivan si el mundo se acabará el día que yo me muera?
Buff, estoy desbarrando un poco. Si seguimos por aquí acabaré hablando de la absurda compulsión por poseer el libro(o tebeo) como objeto aun cuando sabemos que nunca releeremos ese libro. Lo llamativo es que yo al menos soy capaz de guardar hasta los libros que he leído y no me han gustado en absoluto ( o los que he tratado de leer y he abandonado).
Bien. Este no es el caso.
Cuentos Selectos es, como su nombre indica, una selección de algunos de los más populares y conocidos cuentos de Mark Twain y por lo tanto un libro ideal para entrar en contacto con el escritor norteamericano.
Se trata de una edición asequible (10 euros por 375 páginas), bien traducida y correctamente editada que tiene como mayor handicap el hecho de que muchos de sus cuentos ya estaban editados en otras antologías como las publicadas por Valdemar. ¿Por qué esto es un problema? Muy sencillo: si te vuelves un fan de Twain, tendrás que comprar libros en los que la mitad del contenido no es nuevo para ti ( yo recorrí el camino inverso, ya que tenía esas antologías previas y en esta la mitad de los cuentos fueron agradables relecturas.
Nunca entenderé por qué el drama tiene siempre un grado de respetabilidad artística mayor que el humor. Hacer humor es complicado y conseguir que ese humor sea intelectualmente estimulante es un mérito destinado a unos pocos genios.
Mark Twain es uno de ellos.
Lo primero que sorprende a un lector actual cuando se acerca a la obra de Twain es la modernidad de su humor. El Diario de Adán y Eva (incluido en la selección) podría haber sido firmado sin esfuerzo por un Eduardo Mendoza. Con esto no quiero decir que el humor de Mendoza sea idéntico al de Twain y mucho menos que su estilo literario sea mimético a este pero creo que no es osado afirmar que Mendoza es un discípulo aventajado de ese tipo de humor ácido e inteligente que Twain practicaba.
De entre los muchos cuentos memorables que contiene el presente libro, destacaría "El billete de un millón de Libras" ( o como si eres rico no necesitas hacer nada para seguir enriqueciendote), la historia de la esquimal (en la que con gran ironía bombardea nuestro concepto de riqueza occidental) o el extraordinario "Diario de Adán y Eva", un ensayo sobre los roles masculino y femenino con la biblia como trasfondo. Hay muchos más y sin duda todos merecen un comentario detallado pero creo que como orientación, es suficiente.
Siempre me ha llamado la atención cómo determinados autores (Stevenson, Twain, Dickens...) eran considerados lectura infantil y juvenil cuando yo era niño. Siempre me pareció que dicha etiqueta conllevaba una inadmisible etiqueta condescendiente: "literatura menor".
Nunca he creído que una obra literaria sea mejor que otra por su complejidad formal o por la "seriedad" de los temas que trata. Hay una musicalidad en la prosa, una belleza en las figuras literarias y una inteligencia en los argumentos de cada obra ( ya sea cuento o novela) de Twain que desde mi punto de vista le coloca a la altura de los más grandes escritores de todos los tiempos.