No todo van a ser charlas sesudas en esta vida y aqui tenemos a dos reputados críticos disfrutando de la noche pucelana.
No, no estaban borrachos. Ni tan si quiera perjudicados. El garito se llama Berlanga y en él pinchan dos de nuestros anfitriones de las jornadas, así que lo pasamos muy bien, como se puede apreciar en la alegría de sus rostros.
Es una manera extraña de iniciar una crónica, lo se, pero vamos a experimentar con el formato del blog y vamos a hacer un flashback desde la noche del sábado 12 hasta la tarde del viernes 11, cuando empezaron las jornadas de Los Diálogos del Sr. Boliche con una interesante charla sobre El Vecino de la mano de sus autores...
2 comentarios:
Jojojo, vaya careto que llevo. Lo confirmo, todavía no estaba perjudicado, sólo admiraba la altura intelectual de Santiago.
Es cierto, Alberto es como Lobezno, su factor curativo le impide sentir los efectos tóxicos del alcohol por mucho que ingiera. Los demás nos vemos obligados a emborracharnos por él.
Publicar un comentario